viernes, 1 de octubre de 2010

ÉPSILON EN ROJO


“Una joven de 16 años aparece brutalmente asesinada en una calle de Madrid. La detective Marta Moreti es contratada para investigar el crimen. Lo que al principio se presenta como un importante reto en su carrera, se irá convirtiendo paulatinamente en una pesadilla, en la que Marta irá dejando al descubierto un mundo de marginalidad, mentiras y muerte escondido bajo la máscara de falsos convencionalismos.

Crimen, corrupción política y vidas ocultas se dan cita en esta novela policíaca, donde deslizarse en su interior puede suponer estar más cerca de la muerte de lo que nunca nadie se pudo imaginar, caer en un abismo en el que la luz nunca llega a iluminar”
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Cuando terminé “El ladrón de sueños”, allá por mediados de septiembre de 2009 ya comencé a idear la trama de mi nueva novela. Con mi experiencia, escasa, y las críticas, siempre bienvenidas, de mis amigos, empecé el boceto de lo que sería la novela que ahora presento.

Debía desarrollar los personajes con una mayor complejidad, hacer que la trama fuese más descriptiva y al servicio de la historia, había que unir todos los retales que iba creando para que la narración no se resintiese.... en definitiva, debía elaborar todo mucho más. De la poca experiencia que había adquirido con mi anterior novela y los escritos del blog había sacado una conclusión, antes de ponerme manos a la obra, debía realizar un boceto de historia y personajes que fuesen un fuerte armazón argumental a seguir.

Y lo primero, ¿qué historia me apetecía escribir? Pues aunque la novela era policíaca, no pensé en este género hasta avanzar mentalmente en la línea argumental de la trama. Quería hacer una fotografía, ya trasladada a la época actual, de la hipocresía y la falsedad. En principio pensé en un drama, pero luego la idea de la novela negra prendió como una mecha encendida, ¿por qué no intentarlo? Así me puse a inventar personajes, el principal debía ser una mujer detective, y su nombre Marta Moreti, algún día contaré su origen. Una persona normal, sin una inteligencia racional y observadora como la de Sherlock Holmes, sin la experiencia de Marlowe, sin la perspicacia de Maigret,... sino una persona que fuese humana, como si a ti o a mi nos ponen a investigar un caso de asesinato. Un ser humano con sus impresiones y depresiones, con su angustia y su fuerza, vamos, como la persona que podemos encontrarnos en el metro, en la cola de la carnicería o nuestra compañera de trabajo.

El resto de personajes tenían que girar en torno a la figura de Marta, auténtica heroína y epicentro de la novela, pero sobre todo de la vida. Así aparecen su amigo Miguel el policía, Emi, Ricardo, el concejal Marco Casares, Lola, Toni,... y un largo etcétera de personajes que hacen que haya historias que se crucen, aunque al final todas convergen en la de la protagonista, reforzando su investigación, que al final no es otra que la de la existencia propia (o por lo menos pretende serlo).

Con tantos personajes, la narración daba para seguir líneas argumentales complementarias, paralelas y siempre descriptivas de la principal, lo que me llevó al inicio a tener escritas casi 10 páginas en “word” entre características de personajes y los apuntes de la trama por capítulo y subcapítulo. Ahora sí, me puse a escribir y comencé a llenar páginas, una tras otra se iba completando la acción, los personajes iban naciendo para luego crecer, la trama iba envolviendo como una tela de araña a todos los actores de la obra para hacerlos vivir una vida que consciente o de una forma negada por los mismos no es la que hubieran pretendido antes de comenzar la novela, pero que les lleva a descubrimientos más allá de la propia trama policial. Como pensaba Marta ya en la parte final del libro, de su historia:

“Todos los momentos de alegría que había visto esa noche, las risas, los regalos,... en definitiva el envoltorio de la vida le parecía sólo eso, la cobertura. Porque Marta pensaba que nadie miraba en el interior, todos se fijaban sólo en el papel de regalo, sin ver que dentro no había nada. Pero ella sabía aquella noche que el lado oscuro de la ciudad se encontraba en su interior, aquel que la luz de sus calles no lograba despertar al alma dormida. Y ella sabía que sería feliz, sólo tenía que esperar al momento adecuado. Cuando la luz de la ciudad nos despierte”.

Marta, como Howard en “El ladrón de sueños”, ve como de forma inexorable se ve absorbida por un destino del que no puede escapar, aunque parezca por momentos que tampoco lo intenta o quizás no tenga la fuerza para ello, pero lo único cierto es que el futuro está escrito y lo único que pueden hacer los personajes es intentar nadar en una corriente que en todo momento les es adversa.

Manejando situaciones, acciones, personajes, diálogos.... uno se siente como quien maneja los hilos de una función de títeres. Recuerdo que durante este año transcurrido había momentos en que las ideas llegaban en tropel a mi mente, me paraba donde estuviese y tomaba notas para el desarrollo de la obra, ya fuese en un papel, en el móvil, en el ordenador... Sin embargo había otros momentos en que paraba voluntariamente, colocaba a todos los personajes juntos y les asignaba nuevamente el papel que debían desempeñar, ordenaba las ideas y volvía a la carga con mi pequeño ordenador....en el Starbucks, en mi casa, en la playa, en Sevilla, en el AVE..., cualquier sitio era bueno para seguir con la vida de Marta.

Ahora, quinientas y pico páginas después, un título que evolucionó de “Cuando la luz de la ciudad nos despierte” al actual, infinitas e interminables revisiones, un trabajo personal muy elaborado, con muchas horas de dedicación, pero con un disfrute también equivalente, os he dejado a Marta Moreti para que conozcáis un trozo de su vida, quizás el más angustioso de su existencia, pero una narración que debía contaros. Ahora está en vuestras manos, vosotros decidís si os gusta lo que os cuento o no, si os parece interesante lo que a Marta le sucedió. Porque ahora Marta Moreti es de todos...

Por cierto, no hace falta que os explique por qué hacía tanto tiempo que no escribía en este blog...., espero poder remediarlo. Aunque ya estoy trabajando en la trama de mi próxima novela....