lunes, 23 de enero de 2012

GRAVEDAD (LA GRAN ESTACIÓN)

“La Tierra ha juzgado a la humanidad y su sentencia ha sido inapelable. Del castigo han escapado cuatro astronautas que logran establecer una base en la Luna.

Han pasado mil años desde aquella fundación y los habitantes de Ciudad Mercurio sienten como los cimientos de una sociedad, en apariencia perfecta, se tambalean ante un grave crimen cometido contra las enseñanzas de los Padres. Travis ,el joven habitante de una granja de producción de energía, es acusado y deberá huir hacia un espacio desconocido”.


Y bajo esta sinopsis he publicado mi tercera novela. Una que iba a ser una continuación de los dos relatos de “Gravedad” que ya había publicado en este blog… y así ha sido, una continuación, pero que es un relato independiente. Una novela en la que nuevamente las fuerzas externas son las que dirigen las actuaciones de una persona, Travis en este caso, un habitante de Ciudad Mercurio que es acusado de un crimen brutal, además de haber profanado la memoria y enseñanzas de los Padres (los fundadores de esa ciudad en la Luna).

Quiero que se vea como una historia de aventuras y amor al estilo de Robert E. Howard, Edgar Rice Burroughs y con tintes lovecraftianos. Pero también una historia costumbrista de ciencia ficción, un relato desgarrado sobre la toma de conciencia humana. Y quien quiera ver algo más encontrará una alegoría del cristianismo, un semblante poco amable del extremismo, incluso cuando este se pinta de ecologismo. Un fresco sobre la frustración, sobre la tiranía, una vuelta de tuerca sobre los fantasmas colectivos, sobre la utilización de la masa, sobre la anestesia de la religión, sobre lo que queda de un mensaje primitivo escrito a conveniencia de los que gobiernan. Una historia sobre las cadenas que nos atan, las que lo hacen con nuestro pensamiento y de las que lo hacen con nuestro cuerpo. Sobre quien quiere ser salvado y quien vuelve a su jaula una y mil veces. Quizás en un mundo paralelo muchas de las cosas que suceden en este libro podrían haber ocurrido en el nuestro, y quizás estén pasando.

Pero es simplemente una historia de aventuras, como decía, que espero que se lea de forma amena y se disfrute de la misma manera. Viajad con Travis a la Luna, y de allí a otros mundos, y que cada cual saque sus conclusiones personales.