domingo, 14 de febrero de 2010

APUNTES SOBRE UNA APROXIMACIÓN A UN PENSAMIENTO DE MARTA MORETI

Mientras Marta se dirigía hacia su coche pensaba en el barrio donde vivía, concretamente en la calle Huertas y sin saber por qué su mente voló hasta la descripción de la sociedad decimonónica que hizo Galdós en su novela “Misericordia”.

Quizás fuera esa una de las razones que la impulsaron a alquilar su piso en aquella zona, quizás. La novela la había leído no sabía cuantas veces, ¿diez? Y posiblemente se quedaba corta. Una novela en la que Galdós, hasta entonces liberal convencido, parece dar un giro en sus escritos hacia asuntos más sociales, situando al ser humano en el vórtice de una sociedad que él mismo no ha elegido y de la que no es tanto parte, como víctima de la misma. Galdós arroja un cubo de agua fría sobre toda su producción anterior en la que los grandes personajes e ideas (“Episodios nacionales”) son el centro del devenir humano. Allí lo realmente importante en la historia son los grandes momentos de la misma, seres humanos que con sus ideales mueven el mundo. Pero en un momento determinado, el novelista invierte su pensamiento y quiere observar al ser humano que vive estos cambios...y cuando lo hace surge el compromiso social.

Galdós, como en su momento hizo Dickens, se da cuenta que el motor del mundo no lo conforma tanto una persona, un líder, como el pueblo que en ese momento vive una transformación, que la acepta y coexiste con ella para que la realidad cotidiana se transforme en historia. Y es cuando Galdós mira al pueblo de su época y ve que los cambios políticos, las grandes decisiones nacionales, dejan su impronta en las personas, que lo viven como pequeños trozos de historia. Su liberalismo (habría que estudiar esta palabra que con raíz en la libertad propugna el no sometimiento de ningún acto privado a las manos del Estado, lo que llevó y llevará a situaciones de total injusticia social) va abriéndose a una visión social (incluso de inicio del socialismo) del pueblo como ente abstracto formado por seres humanos que con unas inquietudes, problemas y aspiraciones individuales se ven muchas veces arrastrados y aplastados por la apisonadora de un Estado que aferrado a ideales político-económicos ha vuelto su cabeza a los problemas del pueblo.

A Marta le vinieron a la cabeza correspondencias con situaciones actuales y pensó que el cambio de pensamiento que se elaboró en Galdós sería tildado hoy, de una forma simplista, como de escritor de derechas que se pasa al bando de la izquierda. Estaba a sólo unos metros para llegar a su coche cuando otra idea le vino a la cabeza, y fue la de que hoy en día se produce el fenómeno contrario, el de escritores, pensadores o políticos de pensamiento con una fuerte base social que con el tiempo han derivado a pensamientos más o menos conservadores. Escritores de renombre que nos escribieron sobre espadachines, cultura oriental o nos querían hablar de su libro, se les ve en medios de comunicación de cierta tendencia ideológica, tendiéndoles sus letras y sus pensamientos como puentes con el lector o televidente. Marta estaba llegando a su coche cuando le surgió una pregunta, ¿realmente cambiaron su ideología, o simplemente rentabilizaron el acercamiento a poderosas fuerzas de comunicación?

Marta giró por una calle a la izquierda y vio su coche aparcado, junto a él había varios jóvenes que...(pero esta es otra historia)(1).

(1) N. del A. Se de buena tinta que este es el pensamiento que acudió a la mente de Marta en esta parte del libro (sería en el Capítulo V, en la parte 7), y que aunque no aparece en el mismo, sí que cruzó por su mente. Muchas son las cosas que le habían sucedido y otras más las que le acaecerían. Su vida estaba girando 360 grados y de forma inconsciente lo estaba asumiendo, no sin dolor psíquico (incluso como veréis, quien lea el libro, también físico). Ya adelanté un sueño de Marta Moreti sobre una anciana, que tiene al comienzo del libro. Por cierto espero que este verano, más o menos, pueda tener terminada la novela. Será policíaca, no al estilo C.S.I., porque las pruebas no serán tan importantes como los resultados que los acontecimientos van produciendo en cada uno de los personajes. Cambios sobre los que ya no se puede volver atrás, sobre los que se van construyendo el día a día con más o menos dolor. Porque en la vida la carretera es de peaje y cada cierto tramo hay que pagar un precio para continuar en la misma.

9 comentarios:

pepa dijo...

Vamos, que despues de leer esto, no me extraña nada que padezcas insomnio, ¡que menos!, ¿tu y cuantos mas estais dentro de tu cabezota?.
¡Carajo!, ya no es sufiente con desarrollar un personaje de ficción y ponerlo por escrito, ¡encima los cabrones tienen pensamientos colaterales!, tu no estas bien calvin.

MIDIAN dijo...

La culpa la tienes tú que me dijiste que los personajes de "El ladrón de sueños" debían tener más entidad.
Esto que he publicado son anotaciones sobre el borrador, que no publicaré en la novela, pero que me parecían con fuerza para tener por lo menos una entrada aquí.

pepa dijo...

No, si haces bien, lo mejor es que no se te apelotonen en la cabeza que puede derivar en algo serio.
Y por supuesto, la culpa es de Tu-La Pepa, ¿de quien si no?, espero que cuando se públique el libro, si hay muchos o pocos comentarios sobre lo bien desarrollados que estan lo personajes y su entidad, estos me sean revertidos igual que las culpas. ¡Y no digo mas!

MIDIAN dijo...

...y lo que da de sí mi recipiente craneal, ya conoces el tamaño de mi cabezón.
Reconoceré lo del César cuando sea del César.

pepa dijo...

Reconocido queda, efectivamente, el recipiente tiene capacidad suficiente para albergar a varias docenas de personajes con sus correspondientes pensamientos colaterales. ¡Oh Cesar!

pepa dijo...

En otro orden de cosas, y abundando en lo simplista, sobre los escritores a los que veladamente te refieres y creo saber quien son, yo a Marta le diria: Uno de ellos se ha endiosado y ya se sabe que los dioses no pueden ser de izquierdas, y a los otros dos, la escasa venta en librerias de su producción literaria, que no compra la base social, les sienta tan mal, que, se pasan al otro lado, en el que creen cualquier cosa que les cuenten, siempre que sea por escrito. Realmente solo buscan comer todos los dias. De Don Benito, no puedo opinar, conozco muy poco de su obra y también de su tiempo y su persona.

MIDIAN dijo...

Sí, realmente puede resultar triste en el mundo literario encaminar la letra en función de las ganancias que se vayan a obtener si se opina una cosa u otra.

efedelos dijo...

"¿Escritores de renombre que nos escribieron sobre espadachines, cultura oriental o nos querían hablar de su libro???????"
Vamos hombre, o somos más sutiles o los llamamos por su nombre. Seguro q Marta Moreti habría tenido ovarios suficientes para citarlos.
En cualquier caso, nunca debemos olvidar quienes somos y de dónde venimos. Somos pueblo. Tenemos las raices en la tierra y, aunque en algún momento de nuestras vidas tengamos ideas dignas de Episodio Nacional, el 99% de nuestros días somos pueblo llano. Por eso siempre es conveniente tener los pies en el suelo y, a veces, hasta las manos. Pero ojo!, nunca los pies y las manos a la vez, porque entonces estamos en pompa y ofreciéndole la retaguardia a esos liberales que no dudarán en usarla

MIDIAN dijo...

Totalmente de acuerdo con mantener el pulso del pueblo, en el momento en que se dejan de interesar por las constantes vitales de éste, para centrarse únicamente en las propias, a estos escritores les viene el síndrome del dios en la tierra.
Cualquier cosa que digan o hagan es para ellos la Lex única, y curiosamente, siempre se desvían hacia el lado de los “liberales”...