lunes, 27 de diciembre de 2010

NUESTRO SALVADOR

-Una semilla en esta tierra desolada, la nueva savia que salvará a nuestra patria –así definió el general su golpe de estado.
-¿Se respetarán los derechos y libertades individuales en esta nueva etapa? –continuó preguntando el periodista.
-Claro que sí –contestó el general.
-¿Y habrá libertad de opinión?
-Por supuesto, mientras no se atente contra la nueva doctrina imperante. Simplemente se deberá pasar el filtro informativo.
-¿Y en qué consistirá ese filtro?
En ese momento el general hizo un gesto a dos soldados que se encontraban frente a él. Con pulso firme sujetaron al periodista sacándolo por una puerta lateral. La habitación quedó en silencio.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (7)


Fabio Frizzi

Músico italiano que realiza composiciones para películas de serie B, como “Nueva York bajo el terror de los zombi”, “Miedo en la ciudad de los muertos vivientes”, “Manhattan Baby” o esta, “El más allá”. Dedicado últimamente a la televisión.




Philip Glass

Con la música para los documentales “Koyaanisqatsi” y “Powaqqatsi” (Glass comenzó y continúa en este campo) conquistó una fama que debo reconocer la vi en un principio injusta. Tonos minimalistas, opresivos en muchas ocasiones, que me hacían recordar al peor Michael Nyman. Sin embargo con el tiempo, quizás después de acostumbrar mis oídos, o de entender mejor el mensaje de su música, debo confesar que es uno de los autores que sigo.

Su música no podía quedar apartada del “fantástico”. Sus tonos oscuros y agobiantes cuadraban a la perfección con este cine. Y así fue como de la mano de Soavi presenta la música para “El engendro del diablo” ( hay que pensar que detrás está Darío Argento). Aunque su consagración en el cine de terror le llega con Candyman (intentaré no pronunciarlo más veces...) y más tarde con su secuela.



Más tarde realiza una composición para el Drácula de Browning, llena de música sugerente y simbólica. La composición más lograda para el cine la realiza para “Las horas”. Una de sus últimas y mejores composiciones la escribe para “El ilusionista”.




Goblin

Banda de rock italiana que está unida indefectiblemente al nombre de Darío Argento, el padre del terror moderno. Como el director, tiene sus detractores más implacables, ¿pero acaso una película de Argento podría rodar con otra música?

Para este construye las bandas sonoras de “Rojo oscuro”, “Suspiria”, “Tenebre”, “Phenomena” o “Insomnio”y para la producción de Argento a Romero “Zombi”. Una curiosidad, el compositor Claudio Simonetti estuvo en esta banda.




Elliot Goldenthal

Goldenthal un músico atonal y en ocasiones con unas composiciones que por lineales resultan algo aburridas logra recrear ambientes que cuadran a la perfección con los objetivos de sus películas, sobre todo en el campo del fantástico. Su primera incursión en el terror llega de la mano de Stephen King, recreando la música de una de sus mejores novelas junto a “El resplandor” (el tema de los Ramones para la película es de mis favoritos).



Para Fincher hace la música de una película que no me gustó la primera vez que la vi, pero que en el segundo visionado (quizás porque vi un montaje realizado por el propio director), me enganchó. Se trata de Alien 3, y su música invade de extrañas sensaciones la opresiva cárcel fortaleza espacial llena de alienígenas.

Sin embargo su consagración definitiva en el mundo del fantástico y de la banda sonora le llega con la magistral “Entrevista con el vampiro”, sugerentes coros, música íntima y suave, hacen que la película recree el ambiente “vampírico-romántico” que tan de moda está ahora.



Varios Batman, “Esfera”, la música para el fallido film de Jordan, “In Dreams” y “Final Fantasy” son algunas de sus composiciones para el género.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EL MISTERIOSO CASO DE LOS PENDIENTES DE ORO

Marta Moreti leía el periódico en el salón de su casa, sentada frente a la ventana, las arrugas de su octogenario rostro se dibujaban en su blanca piel como las ondulantes dunas de una playa. Su pequeña nariz se contrajo, como si en la noticia hubiese olido el misterio. Su viejo olfato de sabueso no había perdido el poder de intuir el intenso olor del rastro criminal. El titular anunciaba: “Extraño asesinato en Parla”. Marta lo leyó con avidez. Un joven es encontrado muerto en el interior de un coche. Todos los indicios apuntan a un asesinato, pero no hay señales de violencia, ninguna huella dactilar, ni siquiera de pisadas en el exterior del enfangado campo. Únicamente las marcas de los neumáticos del vehículo allí estacionado. Sin embargo en el cuello del joven aparecieron unos pequeños rastros circulares que indicaban una acción exterior. Marta levantó su cansada vista del papel impreso mientras su mente se llenó de imágenes de un lejano pasado que acudieron a ella como una historia vivida el día anterior.

A su primera gran investigación la prensa la bautizó como el “caso épsilon”, aunque Marta conocía la historia mejor que nadie, pues vivió en primera persona el terrible asesinato de Virginia de Soto y su desenlace. De hecho fue asediada por la prensa los días siguientes a que su nombre saltara a las columnas de los diarios. Prensa, televisión y en general curiosos, se acercaban hasta la calle Huertas a la espera de encontrársela. Aquel caso le granjeó una notoriedad que le resultaba molesta, pero que cambió para siempre el resto de su vida, no sólo en lo profesional, si no también y sobre todo en lo personal.

Y el siguiente paso en su carrera de detective le llegó enseguida. Con el extraño caso de los pendientes de oro, que ahora acudía fresco y reciente a su mente al leer la noticia en la prensa. Con él Marta descubrió que su ingenio y su intuición siempre habían estado latentes dentro de ella, pero ahora se habían afilado como incisivos cuchillos. Aquel fue su licenciamiento definitivo en el oscuro mundo de los casos criminales.



Acababa de regresar de las vacaciones en Canarias junto a su madre. Debía ser finales de agosto o principios de septiembre. Los nombres de Ricardo, Emi o Virginia todavía bailaban en su cabeza dibujando extraños mensajes. Sin embargo la tranquilidad de aquellos días habían rejuvenecido no sólo a su cansada madre, sino que habían revitalizado su cerebro como si hubiese recibido una descarga de energía positiva. Pese a la notoriedad que le había dado el caso épsilon, Marta intentaba recuperar una normalidad que le pedía su sentido común. Vuelta a los desayunos en el “Sueño” y a la cotidianeidad de su oficina.

Fue precisamente en su apartamento de trabajo donde nuevamente una visita rompió el comienzo del día. Marta recordaba la cara de la mujer cuando entró por la puerta, a su mente acudieron los antiguos temores de Blanca, porque la mujer lloraba de forma abundante y desconsolada. Se llamaba Ángela y su rostro de mediana edad se contraía por las emociones del dolor.
-Tiene que ayudarme- le dijo con angustia a Marta, sentada frente a la mesa de su despacho.
-Cuéntemelo todo, por favor- fue lo único que acertó a decirle en aquellos momentos, todavía presa de los sentimientos revividos de su último caso.

Habían asesinado a su anciana madre. Ángela con la voz entrecortada por la fuerte emoción narró a Marta como la encontró el día anterior postrada en la cama, inerte, con las huellas visibles en su cuello de haber sido estrangulada. Todo a su alrededor estaba revuelto, los cajones y armarios abiertos, la ropa tirada por el suelo y los objetos más valiosos sustraídos.

-¿Todos?- recordaba Marta que la interrumpió con la pregunta.
-¿Cómo dice?- le preguntó Angela con una curiosidad que había ganado al llanto durante un breve instante.
-Sí, que si habían desaparecido todos los objetos más valiosos.
-Incluso los que mi madre mantenía más ocultos- fue la respuesta que dejó satisfecha a Marta y que abrió un pensamiento en su mente.

Aceptó el caso de inmediato y le pidió ver la casa de su madre esa misma tarde. Ángela le dijo que no la podía acompañar, pero que se lo diría a su hijo para que la llevase. Marta se despidió de la destrozada hija con una profunda reflexión de comprensión, pero también de ligero temor, habitando en su mente. Pero antes de que se marchase Marta le hizo una última pregunta.
-¿Alguien tenía llaves de la casa de su madre?
-Únicamente yo y siempre las llevo encima. Me decía que con tanta sofisticación de blindaje si un día se quedaba fuera ningún cerrajero del mundo podría abrir la puerta.

A la hora señalada se presentó el nieto en su casa. Se llamaba Daniel, un joven de unos veinte años, apuesto y muy educado, como pudo comprobar posteriormente Marta. Se dirigieron a la casa de su abuela en el viejo Astra. Las indicaciones del joven la llevaron hasta Alcorcón, a los pies de un alto edificio de doce plantas.
-Aquel es, el séptimo de la esquina- dijo Daniel señalando con su mano- Marta observó con sus penetrantes ojos el entorno. Una pared lisa imposible de escalar, ni de descender, demasiada altura para entrar por la ventana de la fachada.
-¿La ventana de su habitación es la que está abierta?- le preguntó Marta.
-Sí, mi abuela siempre fue muy calurosa y dormía con las ventanas abiertas- Marta se fijó que la casa de al lado tenía las persianas echadas.
-¿Quién vive junto a tu abuela?
-Nadie. La casa lleva vacía más de veinte años.

Marta subió a ver el piso, aunque en realidad fue a cerciorarse de otras cuestiones. Comprobó que no había patio interior, que en el descansillo sólo había dos viviendas y que la puerta de entrada al edificio permanecía abierta porque el telefonillo no funcionaba, aunque afortunadamente el ascensor sí.

Los recuerdos de la noche oscura, sin luna, aparecían recientes en la memoria de Marta. Con una potente linterna en sus manos se dirigió al domicilio de la anciana, pero no fue esta puerta la que forzó. Con sus ganzúa se afanó en la cerradura de la puerta contigua. La última que abrió de esta manera fue la de Toni y el recuerdo en aquellos momentos no acudió de forma agradable, como tampoco el pensar en el apartamento de Carmen. Sin embargo el olor que inundaba aquella casa era a cerrado, a suciedad acumulada por el paso de los años. El foco alumbró el suelo, una inmensa capa de polvo que se coloreaba blanco como la nieve al contacto con el haz de luz. Pero ni una sola huella de pisada, nada que indicase una cercana presencia humana en el tiempo. Buscó el interruptor de la luz, pero tras pulsarlo varias veces comprobó que la casa permanecía en la oscuridad.

Iba a dar la vuelta para irse cuando su luz chocó contra algo que le lanzó un pequeño destello. Volvió a alumbrar a lo lejos, en el salón, a los pies de la ventana cerrada. El brillo se hizo más intenso. Se acercó hasta el salón para comprobar que eran dos objetos, concretamente dos pendientes de oro con forma de aro. Su potente brillo indicaba que habían sido depositados allí recientemente, sin que el polvo hubiese dado cuenta todavía de su pulida superficie. La extrañeza se apoderó de Marta, un suelo sin ninguna pisada y allí en medio de la nada unos pendientes de oro. Los recogió con un pañuelo y los metió en una bolsa de plástico.

Pero el misterio lejos de disminuir se hizo más sólido cuando junto a sus pisadas, y tras barrer con su linterna el suelo, descubrió sobre el polvo unos pequeños círculos paralelos que iban desde la entrada a la ventana. Sin pensarlo dos veces sacó su cámara para fotografiar aquellas extrañas huellas. En su mente se proyectó la imagen de un angel que con patas de palo hubiese pasado por allí dejando caer su áurea carga en el suelo.

Regresó a su casa y se metió en la cama con la incertidumbre, pero con la gestación de una idea en su cabeza se durmió aquella noche.

Cuando su amigo Miguel al día siguiente le dio los resultados de los análisis sobre los pendientes no le extrañaron en absoluto las conclusiones.
-Ni una sola huella, además la hija nos ha confirmado que pertenecían a su madre- le dijo Miguel-. ¿Y esta vez me explicarás dónde encontraste los pendientes de la fallecida?
-Mañana te lo diré sin falta, de echo seguramente te necesitaré para realizar un arresto.

Envuelta en un torbellino de sensaciones, inundada de frenesí por el posible descubrimiento e iluminada por una luz que se había encendido dentro de ella, acudió al domicilio de Ángela. Allí la recibió su hijo Daniel que le dijo que su madre había salido. Marta con el pretexto de que necesitaba una documentación sobre su abuela, esperó en la cocina a que el nieto buscase los papeles que le había solicitado. Con un poco de plastilina hizo el resto.

Al día siguiente Marta acudió otra vez al domicilio de Ángela, pero esta vez acompañada de Miguel. Le alegró que nuevamente la madre no estuviese y fuese el joven el que los recibiese. Pudo notar como en la cara del chico se reflejaba un miedo que no podía ocultar y que el día anterior no había asomado a su rostro.
-Bonitas banquetas- le dijo Marta.
-¿Cómo dices?- le preguntó extrañado Daniel.
-No le demos más vueltas. El misterio sólo ha durado unas pocas horas- sin esperar una respuesta del chico y ante la atenta mirada de Miguel, la detective continuó hablando-. Tú sabías perfectamente donde guardaba tu abuela todas sus joyas y objetos de valor, incluso me imagino que sólo a tu madre y a ti os confiaría sus escondites más secretos por si le pasaba algo. El problema era como entrar en la casa, aunque la respuesta pronto acudió a tu mente. Había que crear un gran misterio, ¿verdad?, forzar la cerradura de tu abuela era una tarea simplemente imposible, por lo que entrar por la casa del vecino sería lo más apropiado y fácil..., parecería que un angel hubiese entrado volando por la ventana de tu abuela.
-¿Y acaso han encontrado huellas mías en el piso del vecino?
-Técnicamente son huellas tuyas, aunque no de tus pies, si no de tus banquetas. Acudiste por la noche con estas dos al domicilio de tu abuela –señaló los dos taburetes que estaban bajo la mesa-. Las huellas que tomé ayer de la base de las patas coinciden con las huellas dejadas en el polvo en casa del vecino. Abriste la cerradura, fácil, pues una casa vacía no tendría un gran sistema de cierre. Para no dejar huellas de tus pisadas fuiste avanzando de una banqueta a otra hasta llegar a la persiana. La abriste y accediste al dormitorio de tu abuela. Este era el paso más difícil, pero eres un chico ágil y los escasos centímetros que separaban las ventanas no fueron obstáculo para ti. En su cama la asesinaste, cogiste todos los objetos de valor de los lugares que ya conocías y revolviste la habitación para simular un registro En todo momento actuaste con guantes, porque ninguna huella se ha hallado en la casa.. Volviste nuevamente por la ventana abierta a casa del vecino, cerraste la persiana y en la oscuridad no te diste cuenta de que unos pendientes de oro de tu macabro botín se deslizaron hasta caer al suelo. Misterio resuelto- terminó sentenciando Marta.
-No quería matarla- dijo Daniel llorando-. Se despertó y me vio allí de pie... tuve que asfixiarla...- ahora su llanto se convirtió en un profundo sollozo.- Debía dinero, tenía que pagarlo o me matarían...

En ese momento el joven intentó escapar corriendo, pero las manos de Miguel lograron alcanzarlo por la cintura y retenerlo contra la pared.

-En pocos días Ángela ha perdido una madre y un hijo- fueron las palabras de Marta.



Estas últimas palabras resonaron en su mente, mientras el sol de la mañana iluminaba su rostro. Unas pequeñas lágrimas rodaron por sus arrugas devolviendo a su piel un brillo que hacía tiempo había perdido. Inundando sus ojos de unas lágrimas que la hicieron atravesar el recuerdo en un viaje temporal al que regresaba con asiduidad. Siempre mientras leía el periódico.

viernes, 1 de octubre de 2010

ÉPSILON EN ROJO


“Una joven de 16 años aparece brutalmente asesinada en una calle de Madrid. La detective Marta Moreti es contratada para investigar el crimen. Lo que al principio se presenta como un importante reto en su carrera, se irá convirtiendo paulatinamente en una pesadilla, en la que Marta irá dejando al descubierto un mundo de marginalidad, mentiras y muerte escondido bajo la máscara de falsos convencionalismos.

Crimen, corrupción política y vidas ocultas se dan cita en esta novela policíaca, donde deslizarse en su interior puede suponer estar más cerca de la muerte de lo que nunca nadie se pudo imaginar, caer en un abismo en el que la luz nunca llega a iluminar”
.



Cuando terminé “El ladrón de sueños”, allá por mediados de septiembre de 2009 ya comencé a idear la trama de mi nueva novela. Con mi experiencia, escasa, y las críticas, siempre bienvenidas, de mis amigos, empecé el boceto de lo que sería la novela que ahora presento.

Debía desarrollar los personajes con una mayor complejidad, hacer que la trama fuese más descriptiva y al servicio de la historia, había que unir todos los retales que iba creando para que la narración no se resintiese.... en definitiva, debía elaborar todo mucho más. De la poca experiencia que había adquirido con mi anterior novela y los escritos del blog había sacado una conclusión, antes de ponerme manos a la obra, debía realizar un boceto de historia y personajes que fuesen un fuerte armazón argumental a seguir.

Y lo primero, ¿qué historia me apetecía escribir? Pues aunque la novela era policíaca, no pensé en este género hasta avanzar mentalmente en la línea argumental de la trama. Quería hacer una fotografía, ya trasladada a la época actual, de la hipocresía y la falsedad. En principio pensé en un drama, pero luego la idea de la novela negra prendió como una mecha encendida, ¿por qué no intentarlo? Así me puse a inventar personajes, el principal debía ser una mujer detective, y su nombre Marta Moreti, algún día contaré su origen. Una persona normal, sin una inteligencia racional y observadora como la de Sherlock Holmes, sin la experiencia de Marlowe, sin la perspicacia de Maigret,... sino una persona que fuese humana, como si a ti o a mi nos ponen a investigar un caso de asesinato. Un ser humano con sus impresiones y depresiones, con su angustia y su fuerza, vamos, como la persona que podemos encontrarnos en el metro, en la cola de la carnicería o nuestra compañera de trabajo.

El resto de personajes tenían que girar en torno a la figura de Marta, auténtica heroína y epicentro de la novela, pero sobre todo de la vida. Así aparecen su amigo Miguel el policía, Emi, Ricardo, el concejal Marco Casares, Lola, Toni,... y un largo etcétera de personajes que hacen que haya historias que se crucen, aunque al final todas convergen en la de la protagonista, reforzando su investigación, que al final no es otra que la de la existencia propia (o por lo menos pretende serlo).

Con tantos personajes, la narración daba para seguir líneas argumentales complementarias, paralelas y siempre descriptivas de la principal, lo que me llevó al inicio a tener escritas casi 10 páginas en “word” entre características de personajes y los apuntes de la trama por capítulo y subcapítulo. Ahora sí, me puse a escribir y comencé a llenar páginas, una tras otra se iba completando la acción, los personajes iban naciendo para luego crecer, la trama iba envolviendo como una tela de araña a todos los actores de la obra para hacerlos vivir una vida que consciente o de una forma negada por los mismos no es la que hubieran pretendido antes de comenzar la novela, pero que les lleva a descubrimientos más allá de la propia trama policial. Como pensaba Marta ya en la parte final del libro, de su historia:

“Todos los momentos de alegría que había visto esa noche, las risas, los regalos,... en definitiva el envoltorio de la vida le parecía sólo eso, la cobertura. Porque Marta pensaba que nadie miraba en el interior, todos se fijaban sólo en el papel de regalo, sin ver que dentro no había nada. Pero ella sabía aquella noche que el lado oscuro de la ciudad se encontraba en su interior, aquel que la luz de sus calles no lograba despertar al alma dormida. Y ella sabía que sería feliz, sólo tenía que esperar al momento adecuado. Cuando la luz de la ciudad nos despierte”.

Marta, como Howard en “El ladrón de sueños”, ve como de forma inexorable se ve absorbida por un destino del que no puede escapar, aunque parezca por momentos que tampoco lo intenta o quizás no tenga la fuerza para ello, pero lo único cierto es que el futuro está escrito y lo único que pueden hacer los personajes es intentar nadar en una corriente que en todo momento les es adversa.

Manejando situaciones, acciones, personajes, diálogos.... uno se siente como quien maneja los hilos de una función de títeres. Recuerdo que durante este año transcurrido había momentos en que las ideas llegaban en tropel a mi mente, me paraba donde estuviese y tomaba notas para el desarrollo de la obra, ya fuese en un papel, en el móvil, en el ordenador... Sin embargo había otros momentos en que paraba voluntariamente, colocaba a todos los personajes juntos y les asignaba nuevamente el papel que debían desempeñar, ordenaba las ideas y volvía a la carga con mi pequeño ordenador....en el Starbucks, en mi casa, en la playa, en Sevilla, en el AVE..., cualquier sitio era bueno para seguir con la vida de Marta.

Ahora, quinientas y pico páginas después, un título que evolucionó de “Cuando la luz de la ciudad nos despierte” al actual, infinitas e interminables revisiones, un trabajo personal muy elaborado, con muchas horas de dedicación, pero con un disfrute también equivalente, os he dejado a Marta Moreti para que conozcáis un trozo de su vida, quizás el más angustioso de su existencia, pero una narración que debía contaros. Ahora está en vuestras manos, vosotros decidís si os gusta lo que os cuento o no, si os parece interesante lo que a Marta le sucedió. Porque ahora Marta Moreti es de todos...

Por cierto, no hace falta que os explique por qué hacía tanto tiempo que no escribía en este blog...., espero poder remediarlo. Aunque ya estoy trabajando en la trama de mi próxima novela....

lunes, 22 de marzo de 2010

CIVILIZACIÓN DECADENTE

-“¡Imbéciles!” -exclamó el hijo mientras leía el “Virtual News”-. Por fin estrenan el concurso, en enero del próximo 2035. Quince participantes recluidos en una isla deberán ir exterminando al que demuestre en las pruebas un coeficiente intelectual más bajo.
-¡Civilización decadente! –exclamó el padre-. Dónde han quedado aquellos magníficos programas culturales de principios de siglo, en los que todos se metían en la vida de todos, donde famoso era el que insultaba con más destreza... Y aquellos concursos donde se encerraban a unos jóvenes en una casa vigilándolos constantemente con una cámara. Van a terminar con la televisión.

*100 palabras para el concurso “Relatos en cadena”, de la Cadena SER

martes, 23 de febrero de 2010

domingo, 14 de febrero de 2010

APUNTES SOBRE UNA APROXIMACIÓN A UN PENSAMIENTO DE MARTA MORETI

Mientras Marta se dirigía hacia su coche pensaba en el barrio donde vivía, concretamente en la calle Huertas y sin saber por qué su mente voló hasta la descripción de la sociedad decimonónica que hizo Galdós en su novela “Misericordia”.

Quizás fuera esa una de las razones que la impulsaron a alquilar su piso en aquella zona, quizás. La novela la había leído no sabía cuantas veces, ¿diez? Y posiblemente se quedaba corta. Una novela en la que Galdós, hasta entonces liberal convencido, parece dar un giro en sus escritos hacia asuntos más sociales, situando al ser humano en el vórtice de una sociedad que él mismo no ha elegido y de la que no es tanto parte, como víctima de la misma. Galdós arroja un cubo de agua fría sobre toda su producción anterior en la que los grandes personajes e ideas (“Episodios nacionales”) son el centro del devenir humano. Allí lo realmente importante en la historia son los grandes momentos de la misma, seres humanos que con sus ideales mueven el mundo. Pero en un momento determinado, el novelista invierte su pensamiento y quiere observar al ser humano que vive estos cambios...y cuando lo hace surge el compromiso social.

Galdós, como en su momento hizo Dickens, se da cuenta que el motor del mundo no lo conforma tanto una persona, un líder, como el pueblo que en ese momento vive una transformación, que la acepta y coexiste con ella para que la realidad cotidiana se transforme en historia. Y es cuando Galdós mira al pueblo de su época y ve que los cambios políticos, las grandes decisiones nacionales, dejan su impronta en las personas, que lo viven como pequeños trozos de historia. Su liberalismo (habría que estudiar esta palabra que con raíz en la libertad propugna el no sometimiento de ningún acto privado a las manos del Estado, lo que llevó y llevará a situaciones de total injusticia social) va abriéndose a una visión social (incluso de inicio del socialismo) del pueblo como ente abstracto formado por seres humanos que con unas inquietudes, problemas y aspiraciones individuales se ven muchas veces arrastrados y aplastados por la apisonadora de un Estado que aferrado a ideales político-económicos ha vuelto su cabeza a los problemas del pueblo.

A Marta le vinieron a la cabeza correspondencias con situaciones actuales y pensó que el cambio de pensamiento que se elaboró en Galdós sería tildado hoy, de una forma simplista, como de escritor de derechas que se pasa al bando de la izquierda. Estaba a sólo unos metros para llegar a su coche cuando otra idea le vino a la cabeza, y fue la de que hoy en día se produce el fenómeno contrario, el de escritores, pensadores o políticos de pensamiento con una fuerte base social que con el tiempo han derivado a pensamientos más o menos conservadores. Escritores de renombre que nos escribieron sobre espadachines, cultura oriental o nos querían hablar de su libro, se les ve en medios de comunicación de cierta tendencia ideológica, tendiéndoles sus letras y sus pensamientos como puentes con el lector o televidente. Marta estaba llegando a su coche cuando le surgió una pregunta, ¿realmente cambiaron su ideología, o simplemente rentabilizaron el acercamiento a poderosas fuerzas de comunicación?

Marta giró por una calle a la izquierda y vio su coche aparcado, junto a él había varios jóvenes que...(pero esta es otra historia)(1).

(1) N. del A. Se de buena tinta que este es el pensamiento que acudió a la mente de Marta en esta parte del libro (sería en el Capítulo V, en la parte 7), y que aunque no aparece en el mismo, sí que cruzó por su mente. Muchas son las cosas que le habían sucedido y otras más las que le acaecerían. Su vida estaba girando 360 grados y de forma inconsciente lo estaba asumiendo, no sin dolor psíquico (incluso como veréis, quien lea el libro, también físico). Ya adelanté un sueño de Marta Moreti sobre una anciana, que tiene al comienzo del libro. Por cierto espero que este verano, más o menos, pueda tener terminada la novela. Será policíaca, no al estilo C.S.I., porque las pruebas no serán tan importantes como los resultados que los acontecimientos van produciendo en cada uno de los personajes. Cambios sobre los que ya no se puede volver atrás, sobre los que se van construyendo el día a día con más o menos dolor. Porque en la vida la carretera es de peaje y cada cierto tramo hay que pagar un precio para continuar en la misma.

jueves, 4 de febrero de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (6)

Danny Elfman

Elfman es uno de los grandes nombres de la banda sonora de cine fantástico en particular y de la música de cine en general. Aparte es uno de mis compositores favoritos, de hecho recuerdo una época en que tenía todas sus bandas sonoras, incluso conseguí alguna que otra que estaba descatalogada en la tienda de Paco.

El nombre de Elfman va unido al del director Tim Burton, pues casi todas las películas de éste llevan la música de aquel. Haciendo la excepción de Ed Wood donde un sensacional Howard Shore sustituyó a Elfman por desavenencias con el director y la última barroca entrega de Burton, “Sweeney Todd”, película que se mueve en el campo del musical con toques “gore”.

Elfman se mueve a la perfección en el cine de Burton, donde su universo, ampulosos decorados y personajes malditos que son incomprendidos por el mundo en el que viven, son mostrados con trepidantes notas unas veces y melódicas en otras, creando el toque de magia que recordamos en todo el cine de Burton. La primera película donde colaboraron fue “Bitelchus”, una perversa fábula adolescente donde Elfman retrata a la perfección al maléfico personaje (encarnado por el actor fetiche de Tim Burton, Michael Keaton). Posteriormente repetirían los tres en “Batman”, con una banda sonora que se alejaba de las típicas de superhéroes para anunciarnos las oscuras y góticas calles de Gotham. También realiza la segunda parte, “Batman vuelve”.

Pero sin duda uno de los trabajos más completo del dúo llega con “Eduardo Manostijeras” (es impresionante el inicio con un Vincent Price mítico). Aquí las notas musicales de evocadoras melodías se suceden con otras de desesperación y dolor, conformando una música de una belleza y magia que la hacen, sin duda, una de las mejores bandas sonoras del cine.


Decía antes que “Eduardo Manostijeras” era una de las mejores bandas sonoras de Elfman, la otra sin lugar a dudas es la del musical de dibujos animados “Pesadilla antes de navidad”. Esta película no fue dirigida por Burton (su director es Henry Selick), pero se nota su mano en el guión y en la producción, ambas del propio Tim Burton. La banda sonora, la más completa de Elfman, combina su típico score con trepidantes canciones de rock, boggie o swing.


Otras colaboraciones con Burton son “Mars Attack”, divertida parodia...del mundo, “Sleepy Hollow”, terrorífica puesta en escena de la obra de Washington Irving, “El planeta de los simios”, “Big Fish”, “Charlie y la fábrica de chocolate”, con una música que trae de nuevo los mejores momentos del director y el compositor o “La novia cadáver”, con un formato de cine muy parecido a “Pesadilla antes de navidad”, aunque inferior en resultados (tanto de imágenes como de música).

Pero los trabajos de Elfman para el cine fantástico no se reducen a las composiciones para Burton. Una de sus grandes bandas sonoras es para la puesta en imágenes de “Cabal”, la novela de Clive Barker, la película también dirigida por el escritor se llamó “Razas de noche”. Una fábula que se desarrolla en el subterráneo mundo de Midian, poblado por fantásticos seres de pesadilla y marginalidad.


Una banda sonora que me gusta mucho es “Agárrame esos fantasmas”, película del director Peter Jackson antes de hacerse famoso con sus Señores del anillo. La música es vibrante y movida, con toques de comedia cuando la acción lo requería.


Entre los muchos scores que Elfman realiza para el cine fantástico destacan “Darkman” con el antihéroe creado por Sam Raimi, “Men in Black”, “Spiderman”, “El dragón rojo”, con un sensacional score para esta aventura de Hannibal Lecter, “Hulk” o “The Wolfman”.

Sin duda Danny Elfman es uno de los compositores más importantes del panorama de la banda sonora actual.


George Fenton

Recuerdo que la banda sonora de la película “En compañía de lobos” era un mito, tanto por su casi imposibilidad de conseguirla como por su calidad artística. Porque hoy en día que se pueden conseguir por internet toda clase de músicas y películas resulta raro pensar que hubo una época anterior en que si una banda sonora estaba descatalogada era imposible de conseguir. Este era el caso de esta vuelta de tuerca del cuento de Caperucita roja, “En compañía de lobos”, película de Neil Jordan donde una música intimista y suave daba sus notas a esta fábula llena de escenas oníricas, símbolos y un lenguaje visual impresionante.


Otra gran composición de Fenton la realiza para la enésima versión del Doctor Jekyll, “Mary Reilly”, dirigida por un intimista Stephen Frears, lo que da un nuevo tono a la eterna historia del esquizofrénico doctor.


El resto de obras de este gran compositor británico no se encuadran dentro del cine fantástico, por lo que pese a que tiene magníficas composiciones no voy a citar más bandas sonoras suyas, que como digo las tiene y muy buenas.


John Frizzell

John Frizzell no es de mis compositores favoritos, aunque reconozco que tiene sus seguidores y gusta. Hace trabajos para el cine fantástico como “13 fantasmas”, “Ghost Ship” o “La cosecha”, aunque personalmente la obra suya que más me gusta la realiza para la película “Alien Resurrection”


martes, 19 de enero de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (5)

Pino Donaggio

Todavía recuerdo aquel vinilo que compré sin saber nada de Pino Donaggio. Y lo compré porque en su portada ponía DePalma, por aquella época, tendría entonces unos veinte años, Brian DePalma era uno de mis directores preferidos (aún hoy lo sigue siendo, aunque haya perdido mucha fuerza en sus películas). Además el título del disco (creo que editado por “Milan”) “Love and Menace” era muy sugerente. Incluía temas de películas de DePalma como “Carrie”, “Home Movies”, “Vestida para matar”, “Impacto” o “Doble cuerpo”.

La música de Donaggio para DePalma es un compendio de todo lo bueno que tiene este compositor. Su parte más melódica, con preciosos temas de amor, suaves y cálidos combinados con su parte más cercana al cine de Hitchcock y a su compositor Herrmann. No podía ser de otra manera, no sólo porque este último haya sido el compositor más influyente en la música de cine de la segunda mitad del pasado siglo, sino porque una parte del cine de DePalma es heredera directa del cine del magistral director inglés. Películas como “Vestida para matar”, “Doble cuerpo” o “En nombre de Caín” son manipulaciones más o menos afortunadas de “Psicosis” o “La ventana indiscreta” entre otras. De hecho el cine de DePalma tuvo en sus comienzos al Herrman del final de su carrera como compositor de dos grandes películas suyas, “Hermanas” y “Fascinación”.

La primera música que Donaggio hace para DePalma es para su película “Carrie”, basada en la famosa novela de Stephen King. Aquí se pueden disfrutar de las dos facetas de la música de Donaggio a la que antes aludía.




En “Vestida para matar” perfecciona su música llegando a excelentes momentos de fuerza y definiendo un estilo que le haría formar con el director americano uno de los tándems más interesantes que haya dado la música de cine.


Sin embargo Donaggio se dio a conocer en la música de cine con una película tan fascinante e inquietante como, todo hay que decirlo, de amanerado estilismo. “Amenaza en la sombra” es una historia donde los canales venecianos se convierten en un terrorífico laberinto donde la angustia y los miedos del protagonista (fabuloso Donald Sutherland) se manifiestan.


Donaggio que realiza gran parte de su obra para el cine de su país (Italia), ha legado al cine de terror otras partituras para películas como “Piraña”, “Aullidos”, “Los ojos del diablo”, “La secta”...Un autor tan interesante como poco conocido. Sus bandas sonoras se escuchan perfectamente fuera de las imágenes de las películas, lo que en ocasiones redunda, no siempre para bien, en la conexión entre nota musical y fotograma.


Patrick Doyle

Incluir a Doyle en un monográfico dedicado al cine de miedo y fantástico no tiene mucho sentido, siendo el compositor de Kenneth Branagh para casi todas sus películas. El mundo de Shakespeare (“Enrique V”, “Mucho ruido y pocas nueces” o “Hamlet”) o de los grandes clásicos (“Indochina” o “Sentido y sensibilidad”) fueron sus dedicaciones más importantes al inicio de su carrera. Hoy es un compositor cotizado dentro de las grandes productoras.

Sin embargo, y de ahí la inclusión aquí, dentro del cine de terror tiene una creación que sigue la línea de su carrera, pues entronca con el mundo de los grandes clásicos. Se trata del “Frankenstein” que rodase Branagh, siguiendo fielmente la obra de Mary Shelley (aunque ya se sabe que literatura y cine son afines, pero el medio de expresión requiere de un lenguaje diferente que hace imposible la compatibilidad al 100% de esta afirmación de fidelidad del cine con la obra escrita).

martes, 12 de enero de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (4)

John Carpenter

Si siento una debilidad por un compositor de música de cine, éste es John Carpenter. Magistral director de películas de terror que ha compuesto la mayoría de las bandas sonoras de sus películas. Y cualquiera que escuche por primera vez a Carpenter pensará que su música es mecánica, estridente y electrónicamente chillona. Estoy casi de acuerdo, casi, pero tiene algo que hipnotiza, que hace que las imágenes de sus films no se olviden fácilmente. Reconozco que oír su música en la intimidad del hogar supone un acto de cariño hacia el mismo.

Porque quitando sus primeras incursiones electrónicas en “Dark Star” y “Asalto a la comisaría del distrito 13” (esta fue la primera película de Carpenter que vi y que me hizo ser un incondicional de sus imágenes), su gran éxito, tanto en su parte fílmica como musical fue “La noche de Halloween”. Para esta película componía unos de los temas más famosos del cine de terror:


Tras componer varios scores que seguían el mismo patrón de música electrónica para películas suyas como “La niebla”, “1997: rescate en Nueva York” o “Christine” (sobre novela de Stephen King) y películas ajenas como “Sanguinario” (segunda parte de Halloween) o “Halloween 3” se vuelve más versátil en “Golpe en la pequeña China” o “Están vivos” (recuerdo que en el estreno de esta película nos dieron unas gafas como las del protagonistas y quien haya visto esta magistral película sabrá de sus poderes).

Pero sus mejores scores vienen para sus siguientes películas. “En la boca del miedo” creo que es sin duda no sólo su mejor película, sino una de las mejores del cine de terror; en ella realiza una gran composición dentro de los márgenes de su música, donde los momentos de horror cósmico, recordemos que sin ser una adaptación de ninguna obra de Lovecraft refleja su personal mundo con una empatía no vista antes en el cine, decíamos que estos momentos tienen una fuerza mucho más inquietante bajo la aplastante música de Carpenter.


Muy buena su música para “El pueblo de los malditos”, genial remake de la película del mismo nombre de Wolf Rilla de 1960. Me gustan muchos sus títulos de crédito:


Otros trabajos suyos son “2013: rescate en L.A.” (segunda parte de “1997: rescate en Nueva York”), “Vampiros” (sin duda otro de sus mejores trabajos) o “Fantasmas de Marte”.

Figura clave dentro del cine de terror, John Carpenter debe ser un nombre a reivindicar dentro de la historia del cine. Si en vez de hacer películas de miedo hiciese por ejemplo dramas, los críticos estarían hablando de “cine de autor”, sin duda.


Carles Cases

Las incursiones de Carles Cases en el fantástico son escasas y recuerdo la música que compone para las primeras películas de Jaume Balagueró. En “Los sin nombre” (película con uno de los comienzos más inquietantes y escalofriantes del cine de terror) realiza una competente banda sonora propia del género. Escalofrío que continua en “Darkness”, la aventura americana de Balagueró.

Compuso también la banda sonora de “Dagón”, la mejor película de la “Fantastic Factory”. Productora española que entre los años 2000 a 2007 intenta revitalizar el cine de terror con un sello personal de producción y con directores propios del género como Brian Yuzna, Jack Sholder o Jaume Balagueró. La sensación final fue de logro parcial de sus objetivos. En esta ocasión de nuevo el director Stuart Gordon hace una versión de la obra homónima de Lovecraft. La música es densa y oscura, como lo son la fantástica belleza de Combarro, pueblo gallego donde se rodó la película (acierto de localización el llevar los mundos de Lovecraft a tierras gallegas).



John Debney
Compositor que se inicia en el campo de la televisión, entra de lleno en los grandes estudios para hacer una música competente, pero que parece enlatada y hecha en serie. Dentro del campo del cine fantástico hace la música para grandes producciones de “terror-para-todos” como “The Relic”, “Sé lo que hicisteis el último verano”, “Komodo” o “El fin de los días”.


miércoles, 6 de enero de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (3)

Marco Beltrami

A Marco Beltrami lo descubrí con la primera de las partes de “Scream” (luego hizo también las músicas de las secuelas). Película de un creador de psycho killers como es Wes Craven (director de “Pesadilla en Elm Street”), “Scream” explotaba la línea del susto fácil para adolescentes, que tan buenos resultados había dado desde Viernes 13. Es una música para el sobresalto, pero dejaba un hueco para la parte melódica como en su Sidney’s Lament.

Luego vino un sueño de pesadilla con Guillermo del Toro y su cucaracha gigante que se desplazaba por los túneles del metro (“Mimic”), con una música de Beltrami al inicio de su estilo, es decir, momentos electrizantes combinados con otros de bello sinfonismo.

Empleo instrumental que se desarrolla en los créditos finales de “Mimic”:



Luego su estilo acomodado a los grandes estudios y adaptado perfectamente a las imágenes fue utilizado por otras películas del género como “The Faculty”, “Juego asesino”, el remake de “La profecía”, “The Eye”. Aparte de poner música a superproducciones de género fantástico como “Terminator 3”, “Resident Evil”, “Yo robot” o “Hellboy” entre otras.

Genial el tema “Lifeboat” para “Drácula” (2000), recurriendo a los coros, un lugar común en la música de terror:


James Bernard

Hablar de James Bernard es hablar de la Hammer, la productora británica de cine de terror. Varios son los nombres que hicieron de la Hammer la productora de cine de terror de referencia durante muchos años, desde mediados de los 50 hasta los 70. Nombres como el del productor Enrique Carreras, el del director Terence Fisher o el del compositor James Bernard. Productora que potenció los mitos en decadencia por aquella época de Drácula, Frankenstein, el hombre lobo o la momia. Lanzando al estrellato a actores hoy míticos del género como Christopher Lee o Peter Cushing. Hizo nuevas versiones de clásicos como la del Dr. Jekyll en “El Dr. Jekyll y su hermana Hyde”. Impulsó el cine de ciencia ficción con la serie del doctor Qatermass e incluso hizo cine de aventuras y prehistórico (“Ella”).

Estos títulos de crédito son de la película “Las manos del destripador”, no son de Bernard, sino de Christopher Gunning, pero reflejan con particular ejemplo la música hecha para las producciones de la Hammer. Música con tintes góticos, oscura, densa y con maravillosos momentos románticos.


A James Bernard lo descubrí en un disco recopilatorio de música de películas de la Hammer editado por la casa Silva Screen (un sello clásico dentro de la banda sonora como lo son Milan, Varese Sarabande o Intrada). Recuerdo que de aquel disco me llamó la atención los temas de James Bernard para la serie de Drácula.

Esta suite para “El poder de la sangre de Drácula” es un compendio de su música, donde los momentos más oscuros y góticos se mezclan (como ocurre en el corte “Funeral en Carpathia” de “Drácula”) con los más bellos de sus partituras.


Compositor de base de la Hammer, compone otros temas para films de la Hammer, como las tres partes de la serie de Quatermass, varias de Frankenstein, “She” o “The Devil Rides Out”. Fuera de la Hammer hace una fantástica revisitación de la música de la obra maestra de Murnau, “Nosferatu” de 1922.

Bernard como compositor de la Hammer siempre ha sido considerado por la crítica musical como un artesano al servicio de la misma. Desde aquí quiero reivindicar su fuerza y calidad como músico de cine. Creador de las partituras más conseguidas y redondas dentro del género y de la composición musical en general.


Simon Boswell

Simon Boswell empezó en el cine italiano de la mano de Dario Argento con “Phenomena”, Lamberto Bava (“Demons II”), Michael Soavi (“Aquarius”) y algunas “explotation” de más baja calidad. Son bandas con mucho sonido eléctrico combinado con música de orquesta.

Aunque para mi su colaboración más importante, quizás por lo interesante de la producción del escritor y director Clive Barker, la realiza en “El señor de las ilusiones”. Película compendio de las inquietudes artísticas y culturales de su director. Con un acompañamiento musical duro y eléctrico.

Otras bandas sonoras de este compositor son “Santa sangre”, “Fotografiando hadas” o “El demonio del desierto” por citar las más representativas. Su trabajo para la serie “Tin Man” (2007) demuestra una nueva madurez en la creación de Boswell.

sábado, 2 de enero de 2010

MÚSICOS DEL MIEDO, de la A a la Z (2)

Richard Band

Si en la banda sonora del cine de terror, y más concretamente dentro de la serie “B” (e incluso “Z”) hay un nombre friki este es el de Richard Band. Autor prolífico donde los haya, creo que uno de los que más copias piratas ha generado entre los compositores del género. Siempre acompañado por una legión de seguidores que aplauden cualquier composición suya y que editan hasta los ronquidos de éste por las noches.

Los mejores momentos de Band se producen de la mano del director Start Gordon y del productor Brian Yuzna (después reconvertido a director) sobre versiones de clásicos de H.P. Lovecraft. Es una música electrónicamente machacona, que en algunos momentos puede llegar a funcionar en consonancia con las imágenes. Su banda sonora más celebrada de este grupo es sin duda la de “Re-animator” película de Gordon sobre obra de Lovecraft (Herbert West, el reanimador de cadáveres, un relato que está fuera de los mitos de Cthulhu), un simpático gore que se deja ver. Pero lo que más llama la atención de esta banda es el homenaje/parodia/plagio que hace de grandes clásicos de la banda sonora.

Y como muestra un botón, sus títulos de crédito:


¿Les suena a algo?, claro...a Bernard Herrmann y su obra maestra compuesta para “Psicosis” de Hitchcock, concretamente sus títulos de inicio. En otro corte también copia alegremente a Jerry Goldsmith, exactamente su gran “New Embassador” para la película “La profecía”. Otros scores sobre películas de Lovecraft son “La novia de Reanimator” (secuela de la anterior), Resonator (sobre la novela From Beyond) o “Castle Freak”. Y creo que dentro de la serie “Masters of Horror”, el capítulo que dirigió Gordon “Sueños en la casa de la bruja” también tiene música de Band.

La música de Band, salvo excepciones, no suele ser una música tocada por orquesta sinfónica y sus melodías tampoco las pondríamos en una fiesta “chill out”, aunque sí la pincharíamos en una de Halloween, pero ya se sabe que para gustos no hay nada escrito. Otras bandas de este autor son “The day Time Ended”, “Han llegado”, “Terrorvision”, “Shrunken Heads” (aquí los créditos son de Elfman), los “Puppet Master”, “Troll” y un largo etcétera.

Este corte es para la película Laserblast:



Roque Baños

Roque Baños es junto a Javier Navarrete uno de mis compositores españoles preferidos. Dentro del cine fantástico y de terror destacan varias composiciones suyas por sus suaves melodías combinadas con fuertes momentos de cuerdas a lo Herrmann. El compositor de “La Comunidad” hace un magnífico score para la película “El maquinista” donde el juego de inquietante locura de las imágenes tiene su correspondencia en la música.

De la mano del director Jaume Balagueró hace las maletas para cruzar el océano y hacer “Frágiles” junto a éste en Estados Unidos. La película, la más floja del director de “Los sin nombre” y “REC”, está llena de clichés del género y se sostiene en muchos momentos por la música de Baños, que llena la pantalla con su enérgica musicalidad.

Este tema de la película es excelente:



Tyler Bates

Prolífico compositor salido de la última hornada de músicos-para-el-cine, fabrica una música repetitiva y sin personalidad para películas de la misma calidad, por lo que la música no desmerece a las imágenes y viceversa. Entre sus scores están los de las películas “Ultimátum a la Tierra”, “El amanecer de los muertos”, “La plaga”, “Los renegados del diablo” o ésta para el remake de “Halloween” (copiando el leit motiv de Carpenter):